Si hay un nombre que resuena con fuerza en el mundo de los motores diésel, ese es Cummins. Con más de un siglo de historia, sus propulsores han impulsado desde camiones de gran tonelaje hasta locomotoras, maquinaria pesada, generadores eléctricos, barcos e, incluso, las icónicas pickup Ram, cuyos dueños no dudan en presumir su fiabilidad. Sin embargo, hasta ahora, Cummins nunca había incursionado en motores de gasolina. Hasta que presentaron el B6.7 Octane.
El desarrollo de este motor comenzó hace varios años, pero su lanzamiento oficial se ha producido ahora para vehículos comerciales de mediana capacidad. Basado en la plataforma del diésel B6.7 de seis cilindros en línea, el nuevo motor ofrece hasta 300 caballos de fuerza y un par motor máximo de 660 lb-pie. También está disponible en versiones de menor potencia, alrededor de los 200 HP, con 600 lb-pie de torque. Según datos preliminares, el torque no alcanza sus valores máximos a revoluciones tan bajas como en el diésel equivalente, pero aun así llega a su pico entre 1.600 y 1.800 rpm.
Cummins asegura que el B6.7 Octane funciona con gasolina de 87 octanos, ofreciendo un rendimiento y una durabilidad comparables a los de un diésel, pero sin la complejidad añadida de los sistemas de DEF (AdBlue) para cumplir con las normativas. De hecho, el motor ya cumple con los estándares CARB y EPA previstos para 2027, aunque, considerando los recientes cambios regulatorios de la EPA, estos requisitos podrían modificarse. No se han revelado cifras exactas de consumo, pero Cummins afirma que el B6.7 Octane es un 10% más eficiente que los motores de gasolina convencionales de su categoría.
Según Equipment World, el nuevo motor debutará en camiones Kenworth de Clase 5 a 7, específicamente en los modelos T180 a T480, diseñados principalmente para transporte rígido (no para tráileres). Por ahora, se desconoce si estará disponible en otras aplicaciones o vehículos en el futuro.
