La Sprinter es una van de trabajo y, a pesar de que las posibles combinaciones cada vez son menos con la reducción de motores, se mantiene como una opción muy versátil. Ciertamente, es más cara que sus rivales, pero la tecnología, confort y refinamiento también son mayores a los de su competencia.
Cuando Mercedes-Benz decidió incursionar en el segmento de las vans de carga hace más de veinticinco años, no fue una sorpresa que la Sprinter se convirtiera en un referente casi inmediatamente; a fin de cuentas, los alemanes son conocidos por hacer bien las cosas cuando se deciden a ello. De hecho, fue evidente desde el principio que la firma alemana no venía a jugar, pues ganó el premio a la Van Internacional del Año en 1995, el año de su lanzamiento. Desde entonces, se ha vendido en multitud de configuraciones: van, chasis cab, minibus e incluso como una pickup. Más aún, se ha comercializado con bajo diferentes marcas además de Mercedes-Benz: Dodge, Freightliner (¡incluso Volkswagen!)
La segunda generación apareció en 2006 con suficientes mejoras para hacerle ganar el mismo galardón en 2007 y 2008. Pero como todo por servir se acaba, en Mercedes llegaron a la conclusión de que había que renovar a este importante vehículo de carga, por lo cual hace unos años llegó la tercera generación de la Sprinter, con la cual se transformó por dentro y por fuera, ofreciendo una seguridad y tecnología que no se ven muy seguido en el segmento. Además, ahora se fabrica en Estados Unidos, en una planta de Mercedes-Benz en Carolina del Sur. Una maniobra que hace mucho sentido si tomamos en cuenta que Estados Unidos es el segundo mercado más grande para las vans de Mercedes-Benz, después de Alemania.
Diseño
Si bien la estética no es una de las preocupaciones fundamentales entre los compradores de las vans de carga, eso no quiere decir que haya que descuidarla; algo que diseñadores de Mercedes Benz tuvieron presente a la hora de colocar unas líneas que recorren el cofre de la nueva Sprinter del poste A a la orilla de la parrilla. Ésta, por cierto, es más angosta, los faros son más delgados y la posibilidad de montar luces de LED le añade un toque de elegancia a esta van. En el interior, la cabina es más personalizable que nunca y el sistema de infotenimiento está mucho más cerca de los que vemos en los autos de lujo de Mercedes.
Interior
La cabina no es tan lujosa como la de un auto Mercedes Benz porque la Sprinter es una van de trabajo. El interior está hecho prácticamente de plástico, de no ser por la pantalla de infotenimiento, un diminuto posabrazos y algunos toques de metal. Las cosas están muy bien organizadas, pero todas las superficies son duras al tacto. la posición de manejo es alta y no hay una consola central que separe al conductor del pasajero
En las versiones tope de gama, el tablero tiene como elemento principal una pantalla táctil de 7 o 10.3 pulgadas en el centro del mismo, la cual es muy fácil de operar desde el asiento del conductor o del pasajero. Esto es importante porque el sistema gestiona prácticamente todo, desde el radio y la navegación a una serie de comandos de voz que trabajan con el Mercedes-Benz User Experience (MBUX).
Como ocurrió con el anterior sistema de infotenimiento, aprender a navegar entre los diferentes niveles toma algo de tiempo, pero lo haces de manera intuitiva. La navegación resulta sencilla gracias a menús desplegables y a que los iconos están claramente identificados. Para los de la vieja escuela que prefieren no usar la pantalla táctil, existe un interruptor. En el volante encontramos dos paneles táctiles y arreglos de botones; los del lado izquierdo -donde también están los controles del control de crucero- gestionan la pantalla de información del panel de instrumentos. Los del lado derecho controlan la unidad principal con botones para el menú, teléfono, retroceder y el control de voz.
Amantes de la tecnología, quédense tranquilos, pues es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, hay muchos puertos USB, Wi-Fi a bordo, y salidas de corriente de 12 y 115 volts. Por supuesto, lleva hasta 10 posavasos tamaño XL, algo que modificaron debido a la gran cantidad de quejas que recibieron de sus clientes estadounidenses. Hablando del MBUX, la Sprinter es apenas el segundo vehículo que Mercedes vende en Estados Unidos que lo utiliza, lo cual deja clara la importancia de esta van para la marca.
Si estás pensando en comprar varias para tu flota, el sistema Mercedes PRO Connect permite rastrear cada una de ellas a un alto grado de detalle, incluyendo el nivel de los fluidos, la presión de las llantas o si alguna ventana se quedó abierta al estacionarse. También utiliza Inteligencia artificial para establecer mejores hábitos de manejo, y crea restricciones o parámetros para diferentes perfiles dependiendo del vehículo o el conductor. Esto hace muy fácil monitorear los hábitos de manejo y la eficiencia de cada vehículo, distribuir tareas y supervisar las actualizaciones de estatus.
Motores
La oferta motriz de la Sprinter ha variado bastante en los últimos años en Norteamérica. Esta generación llegó con dos motores, un cuatro en línea de gasolina y un V6 turbodiesel. Poco tiempo después añadieron otra mecánica diésel de 4 cilindros. Para 2024, Mercedes le dijo adiós al motor de gasolina, quedando solo dos propulsores disponibles. El primero es un turbodiésel de 4 cilindros con 170 HP y 295 lb-pie; si quieres un poco más de poder -énfasis en poco-, hay disponible un diésel biturbo de alto rendimiento con 211 HP y 332 lb-pie. Cada motor está asociado a una transmisión automática de nueve velocidades.
Sinceramente, estas no son cifras que puedas presumir en una van con capacidad para transportar más de tres toneladas de carga útil, dependiendo de la configuración, por supuesto. Sin embargo, los motores están a la altura de la tarea y están a la altura o por delante del Pentastar V6 de 3.6 litros que se encuentra en la Ram ProMaster. Si realmente necesitas más potencia, te recomendamos la Ford Transit con el motor EcoBoost V6 de 3.5 litros con 310 caballos y 400 lb-pie, o el V8 de 6.6 litros en la GMC Savana con 401 HP y 464 lb-pie,
Manejo
Si bien la Sprinter ofrece una área de carga más que decente, el hecho de que sea angosta hace que conducir por calles angostas -como las que hay en Europa- sea una tarea sencilla incluso cuando el tráfico es pesado. La dirección electrónica es sensible a la velocidad -se endurece conforme aceleras- y te deja colocar a la Sprinter donde quieras; incluso nos atreveríamos a decir que tiene un poco de retroalimentación.
Es una van increíblemente fácil de manejar y ahora también de estacionar gracias a una cámara de reversa y a otra de 360 grados, disponibles como opción. Otras ayudas que mejoran la seguridad incluyen un asistente de viento cruzado, asistente de abandono de carril, monitoreo de desatención del conductor, alerta de punto ciego e incluso control de crucero adaptativo. Puede que sea una van de trabajo, pero la lista de equipamiento opcional incluye elementos de lujo, como asientos delanteros calefactados y un cargador inalámbrico para el teléfono.
En cuanto a los precios, la Cargo arranca en $38,300, la Cab Chassis en $40,715, la Crew en $43,400 y la de Pasajeros en $45,300. Sí, no es precisamente barata, pero no hay que olvidar que estamos hablando de un vehículo diseñado por Mercedes-Benz -con la calidad y el respaldo que esto conlleva-. Para la nueva generación, Mercedes mantuvo todo lo bueno de la Sprinter y mejoró todo aquello que necesitaba ser actualizado. La cabina es muy limpia y representa un paso adelante en cuanto a diseño, además de que presenta nuevas tecnologías especialmente creadas para maximizar la funcionalidad de una van comercial. La evolución de los motores parte de unos que ya eran buenos y la conectividad está entre las mejores de Mercedes-Benz.
Ficha técnica
Motores
4L diesel de 2.0 litros con 170 HP y 295 lb-pie
4L diesel de 2.0 litros con 211 HP y 322 lb-pie
Transmisiones
Automáticas G-Tronic de 9 velocidades
Suspensión delantera
Independiente
Suspensión trasera
Muelles parabólicos
Neumática