Pocos son los negocios que tienen una abultada cuenta bancaria a la que pueden recurrir cuando se necesita resolver un problema de financiamiento. Por lo mismo, casi todas recurren a endeudarse para mantener las operaciones y equipamiento al día. Pero es muy importante hacerlo con una estrategia y teniendo muy claros los objetivos para no dejar la economía de la empresa sujeta con alfileres.
Una gran carga de deuda puede dejar a una pequeña empresa vulnerable a problemas financieros. La empresa no podrá responder a las condiciones cambiantes del mercado o a las emergencias comerciales. Desafortunadamente, muchas pequeñas y medianas empresas fracasan debido a un endeudamiento excesivo. Todo el mundo está de acuerdo en que demasiada deuda es mala. Pese a ello, existe desacuerdo sobre el monto de la deuda que se considera segura. Si bien algunas deudas pueden ser beneficiosas, depende del tipo de deuda, su uso y su objetivo. Este artículo cubre un enfoque para utilizar la deuda empresarial y ofrece pautas prácticas para evitar una deuda excesiva.
1. ¿Existe una cantidad segura de deuda?
No existe una cantidad de deuda segura específica que funcione para todo tipo de empresa y toda situación. En realidad, ni siquiera existe un consenso entre los expertos sobre qué es un nivel de deuda “seguro”. Algunos expertos advierten que toda la deuda es mala. Otros insisten en que las empresas deberían endeudarse, ya que esto puede aumentar la rentabilidad empresarial. Entonces, ¿quién tiene razón? Esta situación puede resultar confusa para los propietarios de pequeñas empresas.
Creemos que el mejor enfoque es que las empresas utilicen la menor cantidad de deuda posible para lograr sus objetivos. Este consejo suena simplista, pero no lo es. Es difícil de implementar y las empresas a menudo lo hacen incorrectamente. Por eso muchas empresas gestionadas profesionalmente fracasan debido al exceso de deuda. Gran parte de este problema es que las empresas suelen tener dos objetivos en competencia: longevidad y crecimiento. Desgraciadamente, uno se produce a expensas del otro.
a) Longevidad versus crecimiento
Los dueños de negocios quieren que sus empresas permanezcan en el negocio por mucho tiempo. Por otro lado, quieren crecer tanto y tan rápido como sea posible. Estos objetivos suelen ser contradictorios. Puedes intentar crecer rápidamente a expensas de la seguridad. Alternativamente, puede operar tu negocio de manera “segura” a expensas del crecimiento. Pocas empresas pueden operar de forma segura mientras crecen rápidamente.
¿Cómo se relaciona esto con la deuda? La deuda necesaria para que tu empresa pueda permanecer en el negocio el mayor tiempo posible (longevidad) no es lo mismo que el nivel necesario para crecer tanto como sea posible.
b) El inconveniente del crecimiento agresivo
Las empresas que se centran en crecer tanto como sea posible suelen gastar mucho dinero buscando nuevas oportunidades. Por lo general, utilizan la deuda para financiar sus planes, maximizar los rendimientos o ambas cosas. Esta situación puede llevar a que las empresas tengan demasiada deuda. Una gran cantidad de deuda deja a una empresa vulnerable a problemas financieros o al fracaso. Estos problemas de flujo de caja normalmente salen a la luz durante las recesiones, cuando las ventas disminuyen y mantener la deuda se vuelve difícil.
2. Tipos de deuda
Hay varias formas de clasificar la deuda. Preferimos analizar la deuda en función de si respalda la longevidad o el crecimiento. En algunos casos puede apoyar ambos objetivos. Sin embargo, esto es poco común y rara vez a largo plazo.
a) Deuda para permanecer en el negocio (longevidad)
Este tipo de deuda es necesaria para mantener el negocio operativo. Por ejemplo, las empresas manufactureras reemplazan o mejoran la maquinaria cuando ésta se vuelve obsoleta. Necesitan la maquinaria para seguir en el negocio. La mayoría de empresas financian la compra de maquinaria con un préstamo o financiación de equipos. Esta deuda podría calificarse como “necesaria para permanecer en el negocio”. Otros ejemplos de este tipo de deuda incluyen la financiación utilizada para adquirir herramientas, renovar instalaciones, etc. Esta deuda no se puede evitar. Estas inversiones son necesarias para permanecer en el negocio y seguir siendo competitivos.
b) Deuda para hacer crecer el negocio
Este tipo de deuda es necesaria para buscar oportunidades de crecimiento. Preferimos etiquetar este tipo de deuda como “opcional”. Las empresas tienen la opción de seguir -o no seguir- una estrategia de crecimiento que requiera endeudamiento. Es una decisión de gestión basada en sus objetivos. Los ejemplos incluyen cualquier deuda contraída para lanzar nuevas líneas de productos, implementarlas en nuevas ubicaciones, ampliar instalaciones o adquirir competidores. La deuda utilizada para financiar estas oportunidades conlleva el potencial de generar grandes recompensas. Sin embargo, estos proyectos podrían convertirse en costosos fracasos.
3. Una estrategia para la longevidad
Ninguna estrategia única funciona para todas las empresas en todas las situaciones. Sin embargo, considera algunas pautas antes de solicitar un préstamo comercial. El principio fundamental es utilizar la deuda de forma selectiva y estratégica. Si es necesario, utiliza deuda para financiar las transacciones necesarias para mantener el negocio. Tienes pocas opciones. Cuando sea posible, financía las oportunidades de crecimiento con las ganancias retenidas de la empresa en lugar de con deuda. Utiliza la deuda para buscar una oportunidad de crecimiento sólo si los rendimientos son altos y el riesgo es muy bajo.
Nunca utilices tanta deuda que la inversión pueda poner en peligro tu capacidad para permanecer en el negocio si la inversión fracasa. Este resultado deja a tu empresa vulnerable. Esta estrategia restringe la cantidad de oportunidades de crecimiento que puedes aprovechar. La empresa no crecerá tan rápido como podría. Sin embargo, esta estrategia tiene ventajas. Es fácil de entender, sencillo de implementar y conduce a una empresa con mayor resiliencia financiera.
4. Sugerencias para la longevidad financiera
A menudo hemos visto empresas que tienen problemas financieros y demasiada deuda. Notamos similitudes y sus problemas generalmente se reducían a tres áreas. Muchos de sus problemas podrían haberse evitado, o al menos reducido, siguiendo tres sencillas pautas:
a) Construir una reserva de efectivo
Una reserva de efectivo adecuada es un sello distintivo de las empresas que duran mucho tiempo. Tener suficiente efectivo disponible para manejar emergencias es una red de seguridad esencial. La reserva de efectivo te permite comprar opciones y tiempo para superar la emergencia y seguir adelante con el negocio.
Cada propietario de empresa debe decidir el tamaño correcto de su reserva en función de las necesidades, la industria, las circunstancias y la tolerancia al riesgo. Probablemente lo mínimo sea uno o dos meses de gastos. Sin embargo, más es mejor.
b) Adecuar el producto financiero a su finalidad
Utilizar el producto adecuado para el problema que intentas resolver es esencial para el éxito. Un error común de las pequeñas empresas es que suelen utilizar productos de financiación inadecuados. Este enfoque puede generar problemas costosos y a largo plazo. Por ejemplo, las empresas suelen recurrir a un préstamo para solucionar la mayoría de sus necesidades financieras. Sin embargo, esta estrategia puede resultar contraproducente ya que los préstamos tienen un propósito específico. Los préstamos y productos a plazos similares son muy adecuados para comprar activos, como equipos, maquinaria, etc. El préstamo cubre el alto costo inicial del activo y permite a la empresa reembolsarlo con el tiempo.
Un préstamo no es la mejor solución para los problemas de flujo de caja. Es posible que funcionen bien al principio, pero su utilidad disminuye a medida que se devuelve el préstamo. Los problemas de flujo de caja no son fijos, como el precio de un activo. Varían, tienden a ser continuos y se resuelven mejor con una línea de financiamiento renovable, como una línea de crédito o factoraje de facturas.
c) Cuidado con la “deuda fácil”
Las empresas tienen acceso a muchos tipos de financiación. Algunos productos de financiación son fáciles de conseguir y requieren documentación mínima. Esta facilidad de acceso puede permitir que algunos propietarios de empresas contraigan más deudas de las que sus empresas pueden gestionar. Salir de este problema es difícil. Refinanciar el préstamo con más “deuda fácil” rara vez funciona. A menudo crea más problemas porque la “deuda fácil” tiende a ser muy cara. En algunos casos, las empresas han apilado varias líneas al mismo tiempo. Este escenario suele dejar a las empresas en peor situación financiera.
5. Obtén asesoramiento financiero competente
No existe una forma única ni sencilla de determinar qué tipo de deuda o cuánto es el adecuado para tu empresa. Toma la decisión con cuidado ya que puede tener consecuencias a largo plazo para tu negocio. Considera la posibilidad de obtener asesoramiento financiero competente si no estás seguro de cómo proceder. Es altamente recomendable reunirse con un contador público certificado con experiencia en financiación de pequeñas empresas. Pueden ayudarte a tomar la decisión correcta para tu negocio.